EUROPA
PRESS
5 marzo
2019
El
exceso de ejercicio puede alterar la fertilidad masculina
Una investigación de la Universidad de
Córdoba (UCO) ha revelado la correlación negativa entre el exceso de ejercicio
físico y la salud reproductiva de los hombres, pues, aunque la idea
generalizada de que el ejercicio físico es bueno para la salud está
"asentada sobre la base de lo irrefutable", la práctica deportiva
también tiene sus riesgos, ya que "puede determinar un deterioro
significativo la calidad del semen".
Según ha indicado la institución universitaria en una nota,
la investigadora del Departamento de Ciencias Morfológicas de la UCO Diana Vamonde ha realizado una serie de estudios en los que se
reflexiona sobre los potenciales efectos negativos que el ejercicio físico
puede tener sobre la fertilidad masculina. La intención es poner en el punto de
mira estas contraindicaciones a la hora de establecer hábitos de vida "que
no pongan en riesgo la tasa de natalidad, ya de por sí bastante deteriorada hoy
en día".
Fumar, una alimentación poco saludable, la contaminación o
el consumo de drogas recreativas son enemigos bien conocidos de la salud
reproductiva. Ahora, tras el estudio de individuos en los que el volumen e
intensidad del entrenamiento son elevados, se revela que mientras más altos son
estos indicadores peor es la calidad del semen.
Esto se traduce en un semen que, si bien no desciende
considerablemente en número de espermatozoides, tiene una menor velocidad y
morfología espermática y defectos en el ADN (se ve un mayor índice de
fragmentación del ADN espermático en atletas de élite).
La alteración de la tasa hormonal testosterona-cortisol (el
cortisol es la principal hormona relacionada con el estrés) revela una posible
reducción de la testosterona endógena como resultado de una alteración del eje
hipotálamo-hipofisario-gonadal (HPG) o un aumento del
cortisol.
Un eje HPG alterado puede indicar la existencia de un
hipogonadismo (alteración de la funcionalidad testicular normal) que afecta al
potencial reproductivo. El estrés que causa la competición o la dependencia de
unos resultados deportivos para mantener una beca de estudios o una sensible
mejora económica aumenta los niveles de cortisol interfiriendo con el eje HPG.
Más aún, como consecuencia de la práctica de ejercicio físico excesiva se
producen especies reactivas de oxígeno que si no se contrarrestan derivan en un
elevado estado de estrés oxidativo, hecho que también se ha documentado altera
la funcionalidad gonadal y las células del linaje espermático, sobre todo la
integridad del ADN.
Atletas de élite
El dopaje es otro de los elementos que revierte directamente
los niveles hormonales. En atletas de élite, además de una carga alta de
ejercicio se producen con demasiada frecuencia casos de dopaje que enfatizan
los problemas de infertilidad.
En determinadas disciplinas, como las que dependen de la
fuerza, la necesidad de aumentar la masa muscular y el rendimiento lleva a
algunos deportistas a incluir testosterona exógena (a través de esteroides androgénicos-anabolizantes) entre sus hábitos, que acaba
afectando a la secreción normal de la hormona.
Por último, en la revisión de potenciales efectos negativos
sobre la fertilidad los deportistas, aparece la disfunción eréctil que se ve
más extendida entre ciclistas y profesionales de la hípica debido a la
compresión de diversas estructuras como arterias, venas y nervios de la zona
pélvica.
Beneficioso
"en su justa medida"
Más allá de la dicotomía entre reducir la carga de
entrenamiento o no, hecho por otra parte impensable en esta población, esta
situación pone de relieve la necesidad de concienciación. El deporte es
beneficioso para la salud, pero en su justa medida.
Si bien estas alteraciones son más comunes en los
deportistas de élite, la alta participación en eventos deportivos de la que se
goza hoy día también provoca que el público general se someta a intensas cargas
de entrenamiento para enfrentarse a retos como maratones, triatlones u otras
competiciones deportivas. Afrontar a estas situaciones sin ayuda de
profesionales o sin la información necesaria puede tener consecuencias, aunque
sean transitorias.
Pautas de entrenamiento adecuadas, recuperaciones
funcionales entre sesión y sesión e información del riesgo potencial que
implica este estilo de vida, se tornan necesarias para que la sociedad entienda
el deporte desde todas sus vertientes. Sabiendo esto, los atletas podrían
preservar su semen antes de centrarse exclusivamente en su carrera deportiva.